Siéntete afortunado

Hace unas semanas fue un hombre al que se le atribuyen los atentados de las torres de Nueva York, más tarde fue un golfista profesional, hace poco fue un gran ciclista, ahora mismo alguien anónimo, quien sabe donde... y dentro de unos instantes, de unas horas o de unos días volverás a saber de alguien que haya dejado el mundo. Cualquier cosa vale, un accidente en casa, un pinchazo de algún coche, un infarto, un derrame cerebral, una enfermedad mal diagnosticada, no mirar al cruzar la calle, alguien que se despista, una pelea de discoteca... Quien sabe a quién le tocará mañana, quizá el vecino que te saluda, quizá un compañero de clase, quien viaja en el mismo vagón de metro que tu, el del final de la cola, la chica que sueña, algún cantante, una amiga de la infancia, algún familiar, quien escribe estas líneas... tú... Y si por alguna de aquellas consigues aspirar a un día más en el mundo, y los tuyos siguen a tu lado, siéntete afortunado, mañana vuelve a empezar.