domingo, 1 de mayo de 2011

Fuiste inocente pero de poco te sirvió

Que inocente fuiste al pensar que siempre serias feliz, al creer que siempre tendrías a alguien a tu lado. Fuiste inocente al pensar que todo mejoraría, que el mundo que les dejarías a tus hijos sería mejor que el que conociste. Inocente por pensar que siempre gana la gente inocente. Inocente por creer que con una sonrisa alejarías tus males y los de los demás. Por creer que alguien te querría por tu forma de ser fuiste inocente. Inocente por pensar que podrías hacer algo realmente importante con tu vida, e inocente por seguir con esa ilusión tan particular al hacer lo que te gusta. Fuiste inocente pero de poco te sirvió pues, de tan inocente que eres, has acabado siendo tont@. Tont@ por no saber que el primero que habla es al que se le da la razón. Tont@ por no saber que se te acercan siempre con algún propósito. Tont@ por reconocer tus errores sin que eso sirva de nada, y aun más tont@ por pedir perdón. Tont@ por defender cosas que no tienen nada que ver contigo sin recibir nada a cambio. Por no saber que lo que haces no sirve para nada eres muy tont@. Tont@ por pararte a pensar en un buen futuro, por ser valiente, por querer cambiar el mundo escribiendo, hablando o bien con tu música o con cualquier cosa reconociendo que eso vale bien poco y, a pesar de todo, seguir intentándolo.

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